
lunes, 31 de mayo de 2010

lunes, 24 de mayo de 2010
MI INTIMIDAD EN LO URBANO DE EUGE AGUILAR






Dejar que la piel se torne gris,
Acromática,
hasta que el color desaparezca.
Permitirse que la piel nos delate.
Que se nos vean los órganos, los huesos,
la sangre, los fluidos
Y de allí mas allá,
los pensamientos, las emociones.
Desteñir el microcosmo de oscuros problemas.
Mostrarse transparentes,
contenidos, como en una bolsa de nylon,
visibles,
maravillosamente visibles.
Dejar todo expuesto para que lo que suceda,
sea bueno, sea malo,
sea real.
Con este material contruir, hacer,
desde lo viseral,
desde lo genuino,
desde la claridad.
Que sea ese fulgor,
sencillo, simple,
lo que nos lleve a la lucidez.
Y de la lucidez a una evolución emocional.
Hasta llegar a ser seres humanos.
lunes, 17 de mayo de 2010
SOBRE HÉROES Y TUMBAS - Ernesto Sábato







lunes, 10 de mayo de 2010
ME PARECE QUE ESTE ES MI PREFERIDO... HASTA EL MOMENTO









Su primer libro “Sobre la Grama” (1972), ganó el premio de poesía de la Universidad Nacional de Nicaragua. En 1978, obtuvo el Premio Casa de las Américas (Cuba) por su libro “Línea de Fuego¨. Entre 1982 y 1987, publicó tres libros de poesía: “Truenos y Arco Iris”, “Amor Insurrecto” y “De la costilla de Eva”. En 1988, publicó su primera novela “La Mujer Habitada” que obtuvo el Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes y el Premio Anna Seghers de la Academia de Artes de Alemania, en 1989.En 1990, publicó la segunda novela, “Sofía de los Presagios” y posteriormente el cuento para niños: “El Taller de las Mariposas” con el que ganó en 1992 el Premio Luchs del Semanario Die ZEIT. En 1996 publicó la novela “Waslala” y en 1998 otro libro de poemas: “Apogeo”. En 2001 apareció “El País bajo mi piel”, una memoria de sus años en el sandinismo, destacado como uno de los mejores libros del año por el Diario Los Angeles Times. En 2002 ganó el Premio Internacional de Poesía Generación del 27 por su poemario, “Mi íntima multitud”.En 2005, publicó “El Pergamino de la Seducción” (2005) su cuarta novela y en Ocubre de 2006, ganó el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla por su poemario “Fuego Soy Apartado y Espada Puesta Lejos”. También en 2005 se publicó en Alemania un nuevo cuento de niños para adultos: “El abrazo de la enredadera”. En 2008, su novel “El Infinito en la Palma de la Mano” ganó el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en España.
Sus novelas y poemas se han traducido a más de catorce idiomas. Es miembro del Pen Club Internacional y miembro correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Escribe para diversos periódicos nacionales e internacionales y tiene un blog en el periódico nicaragüense El Nuevo Diario y en el diario The Guardian de Londres.
Amo a los hombres
y les canto.
Amo a los jóvenes
desafiantes jinetes del aire,
pobladores de pasillos en las Universidades,
rebeldes, inconformes, planeadores de mundos diferentes.
Amo a los obreros,
esos sudorosos gigantes morenos
que salen de madrugada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros
que reconocen a la madera como a su mujer
y saben hacerla a su modo.
Amo a los campesinos
que no tienen más tractor que su brazo
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo, compasiva y tristemente, a los complicados
hombres de negocios
que han convertido su hombría en una sanguinaria
máquina de sumar
y han dejado los pensamientos más profundos, los
sentimientos más nobles
por cálculos y métodos de explotación.
Amo a los poetas -bellos ángeles lanzallamas-
que inventan nuevos mundos desde la palabra
y que dan a la risa y al vino su justa y proverbial importancia.
que conocen la trascendencia de una conversación
tranquila bajo los árboles,
a esos poetas vitales que sufren las lágrimas y van
y dejan todo y mueren
para que nazcan hombres con la frente alta.
Amo a los pintores -hombres colores-
que guardan su hermosura para nuestros ojos
y a los que pintan el horror y el hambre
para que no se nos olvide.
Amo a los solitarios pensadores
los que existen más allá del amor y de la comprensión sencilla
los que se hunden en titánicas averiguaciones
y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las respuestas.
A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana,
con un amor que es más grande que yo toda,
que me supera y me envuelve como un océano
donde todo el misterio se resuelve en espuma...
Amo a las mujeres desde su piel que es la mía.
A la que se rebela y forcejea con la pluma y la voz desenvainadas,
a la que se levanta de noche a ver a su hijo que llora,
a la que llora por un niño que se ha dormido para siempre,
a la que lucha enardecida en las montañas,
a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad,
a la que gorda y contenta canta cuando echa tortillas
en la pancita caliente del comal,
a la que camina con el peso de un ser en su vientre
enorme y fecundo.
A todas las amo y me felicito por ser de su especie.
Me felicito por estar con hombres y mujeres
aquí bajo este cielo, sobre esta tierra tropical y fértil,
ondulante y cubierta de hierba.
Me felicito por ser y por haber nacido,
por mis pulmones que me llevan y me traen el aire,
porque cuando respiro siento que el mundo todo entra en mí
y sale con algo mío,
por estos poemas que escribo y lanzo al viento
para alegría de los pájaros,
por todo lo que soy y rompe el aire a mi paso,
por las flores que se mecen en los caminos
y los pensamientos que, desenfrenados, alborotan en las cabezas,
por los llantos y las rebeliones.
Me felicito porque soy parte de una nueva época
porque he comprendido la importancia que tiene mi existencia,
la importancia que tiene tu existencia, la de todos,
la vitalidad de mi mano unida a otras manos,
de mi canto unido a otros cantos.
Porque he comprendido mi misión de ser creador,
de alfarera de mi tiempo que es el tiempo nuestro,
quiero irme a la calle y a los campos,
a las mansiones y a las chozas
a sacudir a los tibios y haraganes,
a los que reniegan de la vida y de los malos negocios,
a los que dejan de ver el sol para cuadrar balances,
a los incrédulos, a los desamparados, a los que han
perdido la esperanza,
a los que ríen y cantan y hablan con optimismo;
quiero traerlos a todos hacia la madrugada,
traerlos a ver la vida que pasa
con una hermosura dolorosa y desafiante,
la vida que nos espera detrás de cada atardecer
-último testimonio de un día que se va para siempre,
que sale del tiempo y que nunca volverá a repetirse-.
Quiero atraer a todos hacia el abrazo de una alegría que comienza,
de un Universo que espera que rompamos sus puertas
con la energía de nuestra marcha incontenible.
Quiero llevaros a recorrer los caminos
por donde avanza -inexorable- la Historia.
Porque los amo quiero llevarlos de frente a la nueva mañana,
mañana lavada de pesar que habremos construido todos.
Vámonos y que nadie se quede a la zaga,
que nadie perezoso, amedrentado, tibio, habite la faz de la tierra
para que este amor tenga la fuerza de los terremotos,
de los maremotos,
de los ciclones, de los huracanes
y todo lo que nos aprisione vuele convertido en desecho
mientras hombres y mujeres nuevos
van naciendo erguidos
luminosos
como volcanes...
Vámonos
Vámonos
Vámonoooos!!!
viernes, 7 de mayo de 2010
LA EVOLUCIÓN SEGÚN EVA
lunes, 3 de mayo de 2010






Suplementos Rebelión
1 de marzo de 2003
Bayer
Página12
Al salir de Europa algún fantasma nos espía. Es la sensación de la guerra. Todos estamos seguros de ella y sin embargo la esperanza trata de ahogar completamente al miedo. En el aeropuerto de Francfort encuentro el libro Dime que me amas, las cartas de amor de Marlene Dietrich y Erich Maria Remarque. No puede ser, me digo, no puede ser, me doy cuenta que no voy a dormir en el viaje. Que voy a estar despierto lleno de melancolías y esperanzas. Los dos más grandes pacifistas de mi niñez; ella, desafiando a todos los nazis. El, el autor del libro antibélico por excelencia, Sin novedad en el frente. La historia de un estudiante enviado al frente. Donde es testigo de todo lo horrible, de la ferocidad y la estupidez de lo militar. Ese estudiante morirá en los últimos días de la guerra. El autor escribirá sencillamente: “Cayó muerto en octubre de 1918, en un día en que el frente se mostraba tranquilo y sin movimiento. Tanto es así que el comunicado oficial del comando del ejército sólo decía: ‘Sin novedad en el frente’”. Las lágrimas de niño. El sollozar con voz ronca de pura impotencia, dolor, rabia.
Los dos enamorados hicieron sólo dos cosas maravillosas en su vida: el escritor, ese libro Sin novedad en el frente, a quien Hitler lo denominó el peor de los escritos en alemán y lo hizo quemar en plaza pública, mientras Erich Maria Remarque, el tímido, debió exiliarse en el exterior. Y Marlene Dietrich fue protagonista de esa película inolvidable para todos, El ángel azul. Se supo que Hitler la denominó su actriz preferida y sin embargo ella se quedó en Estados Unidos, aun sabiendo que ahí se acababa su vocación de berlinesa bien rea. Los dos, el escritor talentoso y tímido y Marlene, la amada por todos, se encontraron en Europa, se amaron hasta el delirio, se enviaron cartas que hoy siempre siguen siendo verdaderos poemas. Ella firmaba sus cartas con el seudónimo “El puma”. Y él la denominaba siempre así, “mi puma”. En las noches del encuentro, el puma se devoraba por entero al tímido y sensible escritor. Mientras duró la amistad celestial entre los dos, el puma tuvo nueve amantes, todos actores y actrices de primera línea. Pero él, cuando se encontraba con ella en los lugares más inverosímiles, recibía ojos de poeta enamorado y moría devorado. Todo lo que escribió después Erich Maria Remarque no puede ni compararse con la épica de Sin novedad en el frente. Todo lo que filmó Marlene Dietrich en Estados Unidos sirvió sólo para ser olvidado. Salvo sus canciones. Cuando cantaba en reo berlinés, los espectadores hombres dejaban de hablar con sus mujeres y se divorciaban. A los dos seres del arte siempre los unía la paz entre los pueblos y el antirracismo. Leer Sin novedad en el frente y escuchar a Marlene en “Dime dónde están las flores”, a todo ser sensible lo conmueve y lo mueve a creer en la paz y el abrazo entre todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Hoy, con la guerra de Bush y la cobardía de los bufones gratuitos cuentan más que nunca los versos de la canción de Marlene cuando al final de la última guerra cantaba con una tristeza llena de enorme melancolía y sed de justicia a los jóvenes que marcharon a la guerra y fueron despedidos con flores por emocionadas muchachas:
Dime dónde están las flores
Dónde finalmente quedaron,
Dime dónde están las flores
Dime lo que sucedió
Dime dónde están las flores
que las jóvenes cortaron tan rápido
¿Cuándo podremos comprenderlo?
Cuándo podremos comprenderlo
Dime dónde quedaron las jóvenes
Sí, dónde quedaron
Dime dónde están las jóvenes
¿Qué es lo que sucedió?
Dime dónde están las flores
Los hombres las recogieron rápido.
¿Cuándo lo podremos comprender?
¿Cuándo lo podremos comprender?
Dime, ¿dónde están los hombres?
¿Por qué no regresaron?
¿Dime qué es lo que sucedió?
¿Dime qué es lo que pasó?
Dime dónde están los hombres
Que partieron cuando comenzó la guerra
¿Cuándo podremos comprenderlo?
¿Cuándo podremos comprenderlo?
Dime dónde están los soldados
Dime lo que les sucedió
Dime dónde quedaron
Dime dónde quedaron.
Dime dónde han quedado
Dónde el viento sopla en sus tumbas
¿Cuándo podremos comprenderlo?
¿Cuándo podremos comprenderlo?
Dime dónde están las tumbas
Dime dónde quedaron
Dime lo que sucedió
Dime lo que les sucedió
Dime qué pasa en verano
Cuando la brisa mece las flores
¿Cuándo podremos comprender?
¿Cuándo podremos comprender?
La voz se pierde, como un poema que no tiene fin. Ya marchan nuevos soldados. Ojalá que a ellos no les cante nadie. Ni haya mujeres jóvenes que les entreguen flores. Ellos van a matar. A matar las flores, la vida. ¿Dime, cuándo podremos comprender? ¿Por qué el hombre mata, quiere matar, le pagan por matar y sigue matando? Dime, ¿cuándo podremos comprender?
Marlene Dietrich "Where have all the flowers gone?"